viernes, 25 de noviembre de 2011

Range Murata

Quizás el nombre de Range Murata no les suene tan familiar como un Urishihara o U-ji, pero si ustedes vieron el  anime Blue Sudmarine No. 6 (Ao no roku go), entonces ya han visto una muestra del maravilloso trabajo de este ilustrador japones.
Range comenzó su carrera en los años 90, haciendo trabajos de diseño para videojuegos. Actualmente continua realizando trabajos en esa área, siendo su diseño mas reciente el de los personajes para el juego
Spy Fiction de la consola PlayStation 2.
Gracias al éxito inicial ha logrado publicar mas de una docena de libros con sus trabajos, y otros diseños de las series de anime en las que ha colaborado. Esto le sirvió como plataforma para presentarse en Occidente, donde, al igual que su país, ha tenido un increíble éxito. Algunas editoriales, tanto en España como Estados Unidos, han publicado varios de los trabajos mas representativos para las ediciones europeas y americanas.





Las chicas Murata.

Primero que todo hay que dejar en claro que Murata no es un ilustrador dedicado plenamente al hentai. Como ya hemos mencionado, su campo de trabajo es muy amplio, sin embargo, como otros tantos dibujantes de calibre, no se ha podido liberar de la tentación, casi obligación, de realizar ilustraciones con chicas espectacularmente bellas y sexys. Range Murata sigue una linea a la que podríamos catalogar de suave y dulce, pero no por ello carente de provocación.



Los bellos rostros de sus chicas lucen la mayor parte del tiempo, sonrisas y expresiones de gran inocencia; sus cuerpos no poseen pechos voluptuosos y curvaturas escandalosas, son mas bien muy juveniles y ágiles, como una proyección casi angelical.



Los desnudos totales son escasos en su obra , pero cuando los realiza son de un carácter muy reservado; sin enseñar demasiado, pero aun así consigue que el espectador quede encantado con el aire virginal que proyectan sus mujeres.



Lo mas común en Murata es dotar a sus chicas con vestuarios entallados que permiten disfrutar de sus delineados cuerpos, estos vestuarios suelen ir acompañados de diferentes tipos de accesorios que contribuyen a hacer mas llamativa la ilustración.



Un rasgo a resaltar es que en la mayoría de estos trajes predomina el color negro, lo cual hace pensar que Murata quizás le agrade  un poco la moda sadomasoquista.



Pero en cualquier caso, esto ayuda a generar un gran contraste con la piel rosada de sus chicas, y con el fondo, frecuentemente blanco, de sus ilustraciones.



Una simple mirada al trabajo de Murata es suficiente para quedar prendado de su trazo, y claro esta, de las hermosas mujeres que habitan en sus ilustraciones.

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