Cuando sucedió la Occidentalizacion del japón a finales del siglo XIX, los puntos de vista occidentales respecto al sexo le quitaron bastante naturalidad y le añadieron la culpa la noción de lo incorrecto.
Un ejemplo de esto sucedió cuando los primeros dignatarios extranjeros que comenzaron llegar al Japón se escandalizaron al ver a los trabajadores de la construcción usando, por tradición, como vestimenta solamente una ¨fundoshi¨, es decir, un taparrabo. Tal fue el escándalo que esto causo que por un tiempo se les obligo a usar un poco mas de ropa a los trabajadores, que no eran mas que las piezas interiores que van bajo el kimono. Ese incidente es una buena indicación de las diferencias de criterios de Oriente y Occidente. Sin embargo, las tendencias occidentales traerían una serie de cambios al grado de que se acuñarían términos como ¨hentai seiyoku¨ o deseos perversos o sexualidad perversa. Esos nuevos términos se aplicarían a cosas que antes eran tradicionales como suicidios de amantes (shinju). De esa manera, ¨hentai¨ comenzaría a entenderse como extraño y perverso.
Sin embargo, pronto lo hentai o anormal acrecentaría la curiosidad publica al grado de que dejaría los tratados científicos para mudarse a a la cultura subterránea, en la que gozaría de un gran auge en los años veinte, floreciendo aun bajo amplio escrutinio del gobierno, solo para verse suspendida en la década de los años treinta a causa del racionamiento del papel. Tras la Segunda Guerra Mundial se dio un extraño fenómeno, la ¨Nikitai Bungaku¨ o literatura carnal que se volvería muy popular. Este tipo de manifestación enfatizaba el cuerpo humano. La explicación a esto es simple: tras la Segunda Guerra Mundial, los japoneses se encontraron con que su país estaba devastado y su única pertenencia real era su cuerpo; ademas, después de las tragedias vividas durante este periodo, los habitantes del Japón no podían menos que demostrar su afecto hacia sus parejas, lo cual ocasiono una sed de información acerca del placer y la sexualidad, por lo cual surgieron nuevas revistas para cubrir esos temas.
En muchas de ellas los títulos estaban escritos en Romanji (es decir, letras occidentales). En esa época (inicio de los años cincuenta) se comenzó a usar la ¨H¨ o ecchi para referirse a lo que tenia que ver con lo erótico; también la palabra ecchi comenzó a usarse como insulto a los pervertidos, como lo reporta el diario Shukan Asashi en 1952, en que una mujer al ser acosada por un pervertido comenzó a gritarle ¨¡Ecchi!¨. En estos años, ecchi se entendía como una actividad sexual algo excesiva, tomando el mismo carácter de las palabras ¨¨ sukebe¨ e ¨iyarashi¨ (procaz y lascivo). En estos años, ecchi se separo de hentai, que ya tenia la etiqueta de anormal.
Para los años sesenta, ecchi fue usado por la juventud de esa época para referirse al sexo en general; por ejemplo, ¨ecchi kotoba¨ se refería a palabras sexys; y para los años ochenta, ecchi se tomaría como sinónimo de sexo en la conversación común.
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